Tiempo de reflexión

Ya han pasado unos días desde que finalizó la participación de nuestra selección en el Mundobasket de Turquía. Es tiempo de reflexionar sobre el sexto puesto conseguido. Veníamos de ser campeones en Japón 2006.

La última jornada estuvo a punto de poder tildarse como humillante. Argentina nos fue ganando de hasta 25 puntos. Sólo Rudy Fernández tiró de un carro cargado de decepción, desidia y melancolía. Mirar a la derrota cara a cara, nos dejó cara de tontos. Con Navarro lesionado, era hora de los que apenas contaron para Scariolo. Sólo San Emeterio y Llull dejaron gotitas de acierto. Con eso y con los  31 puntos de coraje de Rudy nos dió para empatar el partido, pero otro triple, esta vez de Prigioni, nos volvió a dar en la cara con la realidad seca, sin excusas: sin Pau Gasol somos un equipo competitivo, pero vulnerable.

Varios jugadores salen muy cuestionados de esta cita mundialista. A Ricky, la gran esperanza blanca, aún le están esperando por Turquía. Garbajosa, Mumbrú, Reyes y Llull se esforzaron, pero sin Gasol atrayendo a las defensas, son jugadores muy limitados. A Marc Gasol, a pesar de sus buenos porcentajes de tiro, se le vió como sobrepasado, el peso de la responsabilidad  fue un lastre en cada partido.

Sólo Navarro y Rudy (y no siempre) rindieron como lo que son: campeones del mundo.

Queda un año para el próximo Europeo de Baloncesto. La afición pide la cabeza engominada de Scariolo. Nosotros pedimos la cabeza greñuda de Pau Gasol.